miércoles, 24 de junio de 2009

Carta Humanitaria

La finalidad de la Carta Humanitaria y de las Normas Mínimas es
aumentar la eficacia de la asistencia humanitaria y hacer que los
organismos humanitarios asuman una mayor responsabilidad. Su base son
dos convicciones fundamentales: primero, que es preciso adoptar todas las
medidas posibles para aliviar los sufrimientos humanos causados por los
conflictos y calamidades, y segundo, que quienes se han visto afectados por
un desastre tienen derecho a una vida digna y, en consecuencia, derecho a
la asistencia.
Esta obra es el fruto de más de dos años de colaboración entre instituciones
con el objeto de elaborar una carta humanitaria y determinar Normas
Mínimas para hacer efectivos los derechos establecidos en la carta. Estas
normas abarcan la asistencia en casos de desastre en materia de suministro
de agua y saneamiento, nutrición, ayuda alimentaria, refugios y planificación
de emplazamientos, y servicios de salud.
La Carta Humanitaria
La piedra angular de la obra es la Carta Humanitaria (Parte 1). La Carta
se basa en los principios y disposiciones del derecho internacional
humanitario, el derecho internacional relativo a los derechos humanos, el
derecho de los refugiados, y el Código de Conducta relativo al socorro en
casos de desastre para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de
la Media Luna Roja y las organizaciones no gubernamentales, y en ella se
enuncian los principios fundamentales que gobiernan la acción
humanitaria y se consagra el derecho de las poblaciones afectadas a la
protección y la asistencia.
En la Carta se definen las responsabilidades jurídicas de los Estados y las
partes a fin de garantizar el derecho a la asistencia y la protección.
Cuando los Estados no pueden responder, están obligados a permitir la
intervención de organizaciones humanitarias.
Satisfacer las necesidades básicas y restablecer condiciones de vida
dignas son principios fundamentales que deben informar toda acción
humanitaria.
Introducción
Las Normas Mínimas
Las Normas Mínimas (Parte 2) se elaboraron utilizando amplias redes de
expertos en cada uno de los cinco sectores. La mayoría de las normas, y
los indicadores que las acompañan, no son nuevos, sino que reúnen y
adaptan los conocimientos y la práctica existentes. Tomadas en su
conjunto, representan un notable consenso entre un amplio espectro de
organismos y señalan una nueva determinación para conseguir que los
principios humanitarios se hagan efectivos en la práctica.
Alcance y Limitaciones de la Carta Humanitaria y las
Normas Mínimas
La capacidad de los organismos para cumplir las Normas Mínimas
dependerá de una serie de factores, algunos de los cuales está en sus manos
controlar, mientras que otros, como los de índole política o de seguridad,
escapan a su control. De particular importancia será la medida en que los
organismos tengan acceso a la población afectada, si cuentan con el
consentimiento y la cooperación de las autoridades competentes, y si
pueden operar en condiciones de seguridad razonables. Es también indispensable
disponer de suficientes recursos financieros, humanos y materiales. Este
documento por sí solo no puede constituir una guía de evaluación o un
conjunto de criterios completo para la acción humanitaria.
Mientras que la Carta es una declaración general de principios
humanitarios, con las Normas Mínimas no se pretende abordar el espectro
completo de los problemas o las acciones humanitarias. Primero, las Normas
no comprenden todas las formas posibles de asistencia humanitaria
apropiada. Segundo, y más importante aún, las Normas no se refieren a
la problemática más amplia de la protección humanitaria.
Los organismos humanitarios a menudo afrontan situaciones en las que la
acción o la obstrucción humana amenazan el bienestar o la seguridad
fundamentales de comunidades enteras o de sectores de una población, al
punto de constituir violaciones del derecho internacional. Estas pueden
adoptar la forma de amenazas directas al bienestar de las personas o sus
medios de supervivencia, o a su seguridad. En situaciones de conflicto
armado, la preocupación humanitaria primordial será proteger a las
personas contra tales amenazas.
En el presente documento no se detallan estrategias ni mecanismos
globales para conseguir el acceso y la protección. Sin embargo, importa
destacar que la forma de la asistencia de socorro y la manera en que se
presta pueden tener repercusiones considerables (positivas o negativas) en
la seguridad de la población afectada. En la Carta Humanitaria se
reconoce que los intentos de prestar asistencia en situaciones de conflicto
pueden contribuir eventualmente a que aumente la vulnerabilidad de los
civiles a los ataques, o a que una o varias partes beligerantes logren ventajas
imprevistas, y los organismos se comprometen a reducir al mínimo tales
efectos adversos de sus intervenciones en la mayor medida posible.
La Carta Humanitaria y las Normas Mínimas no resolverán todos los
problemas que plantean las intervenciones humanitarias ni pueden
tampoco impedir todos los sufrimientos humanos. Lo que ofrecen es una
herramienta para que los organismos humanitarios mejoren la eficacia y la
calidad de su asistencia y de ese modo aporten un cambio significativo a la
vida de las personas afectadas por un desastre.

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